Camino a Villavicencio hubo muchas paradas ya que cada rincón era para la foto!!
Minas de Paramillo
LAS PAREDES SON DE AIRE Y NUESTRO TECHO SON LAS NUBES!!!
Y finalmente, después de 365 curvas, a 10 Km/h , llegamos al Hotel Villavicencio
Con hermosos jardines, todos cuidados y mantenidos por los Guardaparques.
Nos quedamos con los Guardaparques en el predio que tienen a 1 Km del hotel, cuesta abajo (puesto Vaqueritas).
Aprovechamos para recorrer toda la zona, caminar y subir a los cerros. La vista era TOTAL, y los animales no tenian reparo de estar cerca. Era su lugar y lo sabian.
No pudimos evitar la tentación de usar el horno de barro con unos panes amasados con agua natural de montaña. Y como el frío era mucho cuando caía el sol, y Mati tenia una debilidad por hacer fuego, hicimos unos Señores Fogones. A los cuales se acercó una noche Pablo, el guardaparque, y nos enseñó mucho más de lo que dicen los libros de historia. Es increíble, estabamos parados sobre historia!!!
Dejamos la Reserva Natural Villavicencio, con miles de datos importantísimos en la cabeza, con la felicidad de haber compartido unos días espectaculares y con la promesa de volver... algún día.
Así terminó nuetro paso desde la montaña, hasta la capital de la provincia. Y aún estamos en Mendoza Capital!!! Pero ya es hora de emprender viaje otra vez, Mandala se esta aburriendo y nosotros gastando demaciado en la cuidad.
PD: Mati, se queda a vivir en Mendoza.
Saludo grande a todos, saben que estamos mas que bien y que seguimos, porque aunque el viento no sople...Mandala nació para el camino!!!